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La vida no siempre es sencilla. A menudo, nos vemos inmersos en situaciones difíciles que nos ponen a prueba, y los pensamientos negativos son en este caso naturales y necesarios, un impulso para intentar cambiar aquello que no nos gusta, para volver a sentirnos a gusto con el mundo y con nosotros mismos.

Sin embargo, dichas situaciones pueden vencernos.

Esto suele pasar cuando tenemos escasa confianza en nosotros mismos: la baja autoestima actúa como mecanismo paralizante, limita en gran medida nuestra capacidad de reacción ante los acontecimientos negativos de nuestra vida y, al no saber cómo reaccionar, nos quejamos.

Como nos sentimos impotentes, tendemos a buscar ayuda en los demás. Atrapados en una queja constante que pone a prueba la paciencia de nuestras amistades, nos desahogaremos sobre ellos; pero ellos, llegado a un punto, huirán de nuestra negatividad, dejándonos a solas con nuestros problemas.

Si antes de esto ya nos sentíamos aislados, esta negatividad no hace más que potenciar nuestro sentimiento de soledad. La consiguiente búsqueda de la aceptación perdida suele generarnos, además, una poderosa ansiedad que acentuará nuestra negatividad, multiplicando las permanentes quejas, actuando como un círculo vicioso de difícil escapatoria.

Si esto continúa así, puede llegar un momento en el que nos veamos completamente atrapados por nuestros pensamientos negativos y nos lleva a no tomar decisiones, a no hacer nada por arreglar la situación: a mi jefe no le importa mi situación si le pido un aumento tal y como están las cosas me va a despedir, mi pareja debería saber lo cansad@ que estoy y ayudarme más, estos políticos nos llevan a la ruina y cada vez estamos peor…

Qué ocurre cuando nos absorben los pensamientos negativos

Este tipo de emociones suelen ser muy poderosas: la negatividad nos lleva a dejar de actuar, a la queja continua, a la melancolía y, finalmente, a la tristeza y a la frustración.

Nuestro entorno social se resiente, ya que el humor decaído y constantemente pesimista genera malestar en los demás, y ello hace que nos sintamos abandonados por ellos, acentuando nuestra baja autoestima.

En este caso, experimentamos un frenazo en nuestro desarrollo personal: nos encontramos atascados en nuestros problemas y esto nos frustra.

Además, todo ello puede acarrear diversos problemas de salud, más allá de la ansiedad y la depresión, porque los pensamientos negativos provocan la liberación de ciertas sustancias en nuestro organismo que deterioran el sistema inmune.

Cómo enfrentarte a los pensamientos negativos

Durante el estudio de sus pacientes, el psicólogo norteamericano Aaron Beck descubrió que las personas con depresión no sufren por los sucesos que les ocurren, sino por la interpretación que realizan sobre dichos sucesos. De esta manera, pudo concluir que con gran frecuencia los pensamientos son la causa de las emociones, no al contrario. Partiendo de esa idea, desarrolló la que se conoce como “terapia cognitiva”.

Beck había observado que sus pacientes experimentaban una montaña de pensamientos negativos que se repetían continuamente, hecho que les inducía a considerarlos como verdaderos. Su trabajo consistió precisamente en ayudarles a reevaluarlos, estimulándoles a observar la realidad de una manera más equilibrada y a abandonar el pesimismo en el que se encontraban atascados.

Gracias a la terapia cognitiva, puedes aprender a identificar tus pensamientos negativos como fruto de una interpretación pesimista de la vida. Evaluar tus problemas de una manera más positiva te ayudará a mejorar tu estado emocional, devolviéndote al redil de una vida plena en la que poder desarrollarte de forma más sana y libre.

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¡No esperes mas! ¡Sal de tu frustración!

El primer paso es plantearte ¿puedo hacer algo por cambiar mi situación? Si tu respuesta es NO, contacta con Psicología Aranda-Séiquer y te ayudaremos a encontrar el SI.

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Fotografía: Prakasit Khuansuwan (Freepik)

6 comentarios

  1. genial artículo!! Sin duda, la figura de psicólogas como vosotras ayuda mucho en el aprendizaje para modificar ideas erróneas que mantenemos sobre lo que nos sucede….
    GRACIAS!!!

    1. ¡Muchas gracias a ti por tu comentario Miriam! Nos alegra mucho que hayas captado la esencia de gran parte de nuestro trabajo. Nuestra mente es una máquina compleja y, en ocasiones, necesita «re-calibrarse» para seguir funcionando de forma óptima y saltar pequeños baches que no nos permiten disfrutar de la vida con plenitud. ¡Un abrazo grande!

  2. Creo firmemente en el poder de la mente y que una mente sana ayuda muchisimo a superar diferentes situaciones.
    La ayuda de psicologas como vosotras es fundamental.
    Un gran artículo como siempre.
    Seguid así.

    1. Gracias por tus apreciaciones Diego. Es muy cierto que con la mente clara y despejada somos capaces de enfocar los problemas que nos presenta la vida de formas más acertadas. Nos encanta poder ayudar a las personas a resolver estos bloqueos para que tod@s podamos ser más felices 🙂

      ¡Un abrazo!

    1. ¡Gracias por tu comentario, Antonia!
      Esa es la actitud con la que se empiezan a tomar las riendas de la propia vida. Si lo complementamos con la aceptación, el compromiso con un@ mism@ y la dedicación el camino se va abriendo sólo delante de nuestros pasos 😉

      ¡Un abrazo!

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