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A todos nos suenan las palabras eficiencia, eficacia, productividad, optimización del tiempo, etc. Existen variedad de cursos para entrenarnos en sacar el máximo rendimiento a nuestro cuerpo y mente pero ¿no se nos olvida algo?, ¿es malo el tiempo muerto?, ¿acaso estar sin hacer “nada” perjudica seriamente la salud?

Todos estos conceptos nos dan la falsa creencia de que podemos con todo y que nuestro cuerpo no tiene límites; jornadas de trabajo interminables, llegar a casa y seguir “trabajando”, estudiar mucho y dormir poco. Es decir, hacer de todo y hacerlo bien, llegando incluso a tener cierta aversión al tiempo muerto o sentirse culpable si se descansa.

Aumentamos cada vez nuestro nivel de autoexigencia sin darnos cuenta y, luego un mal día empezamos a tener problemas de ansiedad. ¿Que me ha sucedido? Si yo iba muy bien, hacía un montón de cosas y ahora no puedo hacer nada, me siento bloqueado. ¿Por qué me da por comer de forma compulsiva?, ¿por qué siento estas sensaciones corporales tan desagradables?

Lo que puede estar ocurriendo es que hayamos sobrepasado nuestros límites y nuestro cuerpo nos esté mandando señales de que algo no va bien.

Quizás podríamos aprender algo de nuestras abuelas que podían pasar horas muertas hablando con las vecinas en un portal, o poner la olla y que se hiciera todo a fuego “lento”, o sentarse en un banco al solecito. De la misma manera, nosotros hemos de pararnos un momento a reflexionar sobre el ritmo frenético de nuestro modo de vida y sobre la palabra que encabeza muchos términos hoy día: “Fast”.

Por ello, llegados a este punto, la clave del éxito que tanto buscamos pasa primero por recuperar tiempo para uno mismo, bajar el nivel de exigencia, no hacer siempre lo que se espera de nosotros y recordar que el tiempo nunca es perdido si lo utilizamos en algo que es gratificante para nosotros.

14 comentarios

  1. Los ritmos que nos impone la sociedad occidental industrializada no son acordes con nuestros ritmos biológicos en muchas ocasiones. El estrés debido a Las exigencias del mundo laboral y la competitividad inculcada desde la niñez puede pasar factura a nuestra mente.

  2. Hola,
    Me he sentido muy identificada en este artículo, es cierto que hay que parar y reflexionar. En la vida deben haber prioridades y dedicar tiempo a nosotros mismos.

    Muchas gracias y un beso.

    1. ¡Muchísimas gracias Ascensión!
      Efectivamente, existen estudios que afirman la importancia de llevar una «Dieta Mental Sana» en la que se incluye: dedicación de tiempo para dormir, para el ejercicio físico, para jugar y desconectar, para trabajar y tiempo para relacionarnos con gente. No solo existen obligaciones y preocupaciones en la vida y tenemos que saber dedicar tiempo para «no hacer nada».
      Pronto os informaremos sobre los pasos para conseguir mantener esa «dieta mental sana».
      ¡Feliz fin de semana!

    1. Hoy día los ritmos que marca la sociedad nos provoca llevar un nivel de actividad en ocasiones superior a lo que se considera saludable. Aprender a parar, a desconectar y relajarse es muy importante. Algunas personas necesitan aprender a «parar». Mil gracias por tus comentarios

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