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Esta ha sido la eterna pregunta, casi como el propio enigma de la vida. Parece que encontrar la respuesta se trata de una misión imposible y, más imposible aún que mujeres y hombres hablemos el mismo “idioma”.

Hombres y mujeres somos distintos

Es cierto que somos distintos. Hablando en términos fisiológicos lo tenemos claro (evidentemente) e incluso nuestros cerebros son diferentes. Por lo tanto, ¿cómo pretendemos ser iguales psicológicamente y pensar de forma similar?

Comenzando por entender que tenemos distintas necesidades nos podemos unir más.

Sacando de la ecuación las demandas específicas de casos concretos, me atrevo a afirmar una serie de puntos en común que escucho demandar continuamente a la mayoría de las mujeres y que, efectivamente, han sido confirmadas por muchos hombres a los que se les ha solicitado en, al menos, una ocasión dentro de su relación de pareja:

HACERNOS SENTIR ESPECIALES:

A pesar de todo lo que conlleva una relación, de las fricciones, los problemas, el paso del tiempo…, nos gusta sentirnos especiales, únicas e irreemplazables a los ojos de nuestra pareja.

HACERNOS SENTIR VALORADAS:

En las mujeres hay un esfuerzo intrínseco en el funcionamiento de la relación el cual se extiende al funcionamiento de toda la familia; que cada uno de los miembros se encuentre bien, que no le falte nada, hasta el punto en que muchas mujeres se olvidan de sí mismas.

¿Te gusta que te valoren en tu trabajo? ¿Trabajas mejor si el jefe te da esa palmadita de aprobación en la espalda?

Esto es lo que expresamos las mujeres cuando pedimos “ser valoradas”. Ni más ni menos que se reconozca nuestro esfuerzo por llevarlo todo adelante sin pedir nada a cambio salvo unas palabras de agradecimiento de vez en cuando.

HACERNOS SENTIR QUE NUESTRA OPINIÓN CUENTA

A la hora de tomar decisiones que atañen a toda la familia y, por supuesto, que seguimos gustando a nuestra pareja.

En definitiva, SENTIRNOS AMADAS, ver que el hombre tiene todo esto en cuenta y que también se esfuerza en cuidar la relación sabiendo que no basta con adquirir un compromiso pensando que con esto ya es suficiente de por vida.

Hay que cuidar la relación sin caer en el sopor de las rutinas y las recriminaciones continuas.

Como apunte personal considero que, en esto, hombres y mujeres no somos tan diferentes y que BUSCAMOS LO MISMO. ¿Acaso a un hombre no le gusta sentirse valorado, especial, que es tenido en cuenta y sentirse amado por su pareja?

Probablemente la única diferencia en este sentido sea que, dada la naturaleza más “emocional” de las mujeres frente al grado de hermetismo en este aspecto de los hombres, lo demandamos en mayor medida.

En cualquier caso, amigos y amigas, llevar a cabo todas estas acciones es algo muy sencillo y al tiempo importante para que nuestra relación de pareja funcione. Todas las relaciones son como las plantas: requieren que se las riegue a diario, mimos y cuidados. ¡Poned esto en práctica y veréis vuestra relación crecer y desarrollarse de forma sana!

¡Feliz San Valentín!

 

10 comentarios

  1. Cuanta razón llevas, pero como bien dices es cosa de dos, es importante tanto valorar como que te valoren sin falsedades, pero que complicado es, estos artículos son un punto de partida para conseguirlo, me parece genial!!!!!!!!!!!!!!!

  2. Me ha encantado. La verdad es que, a veces, es fácil olvidar lo poco que nos costaría hacer sentir bien a nuestra pareja, a nuestra madre. Parece que lo que hacen, lo hacen por gusto y que no hay que reconocerles su trabajo, pero es por el amor hacia su familia que actúan así.
    Un diez de artículo.

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